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Cómo elegir las herramientas de aumento adecuadas

Las lupas de aumento se están convirtiendo en parte integrante de la odontología, y cada vez es más frecuente que los estudiantes de odontología tengan que adoptarlas y aprender a utilizarlas. Históricamente, la escasez de opciones y la preocupación por el coste han hecho que la selección de lupas para principiantes fuera un tanto complicada.

Sin embargo, en los últimos años se ha producido una evolución en las lupas, que ha dado lugar a nuevas tecnologías y más variedad que antes. Exploremos las últimas versiones y establezcamos comparaciones con los tipos heredados para ayudarte a tomar las decisiones más informadas posibles.
Lupas ergonómicas

Las lupas a través del objetivo (TTL) se han dividido tradicionalmente en dos categorías: Lupas galileanas (fig. 1) y lupas prismáticas (también llamadas keplerianas) (fig. 2). Las lupas ergonómicas (Fig. 3) son una tercera categoría, relativamente nueva, de lupas TTL. A veces se hace referencia a estas lupas como lupas refractivas o de desviación, debido a los tipos de óptica utilizados en sus oculares.

Las lupas ergonómicas se desarrollaron, en parte, para abordar un punto de dolor literal de los dentistas: el malestar y el dolor crónicos de origen laboral debidos a los esfuerzos, los estiramientos y las contorsiones durante largas horas en los quirófanos. El dolor relacionado con el trabajo entre los odontólogos es bien conocido y está muy extendido. Un estudio de 170 dentistas de varias especialidades reveló que casi tres de cada cuatro sufrían dolores musculoesqueléticos.1 De hecho, hasta un tercio de los dentistas se jubilan prematuramente debido a dolencias físicas.2

Aunque es evidente que el cuerpo humano permite doblarse y retorcerse, no está diseñado para permanecer en una posición estática, doblada o contorsionada durante largos periodos de tiempo. Hacerlo crea tensión y esfuerzo en las articulaciones y los ligamentos, lo que provoca microtraumatismos, similares al síndrome del túnel carpiano o al codo de tenista, que se desarrollan más rápidamente de lo que el cuerpo puede curar. El traumatismo acumulativo resultante puede causar dolor ocupacional crónico.

Adoptar una postura que funcione con el diseño biomecánico natural del cuerpo protege la salud a lo largo del tiempo y reduce el riesgo de dolor crónico ocupacional. Para quienes ya sufren dolor, adoptar una postura saludable y ergonómica aborda la causa del problema, permitiendo al cuerpo curarse (o al menos no crear nuevos traumatismos). Para quienes aún no padecen dolor, una postura ergonómica es un tipo de medicina preventiva, igual que mantener la salud bucodental para evitar desarrollar problemas más adelante.

Un punto de distinción: Históricamente, muchas lupas dentales nuevas se han denominado “ergonómicas” porque mejoran, al menos en cierta medida, la postura del profesional, disminuyendo el esfuerzo físico y la contorsión al tratar a los pacientes. Sin embargo, en los últimos años se han introducido lupas de desviación que, por primera vez, ofrecen la posibilidad de una posición de trabajo totalmente ergonómica. El profesional ya no necesita agacharse y contorsionarse para ver dentro de la boca del paciente, sino que confía en las lupas para obtener ángulos de visión adecuados.

Magnification in general

Tradicionalmente se ha aconsejado a los usuarios noveles que adopten lupas galileanas de bajo aumento por su amplio campo de visión y gran profundidad de campo. Estas características hacen que las lupas sean fáciles de usar en una amplia gama de procedimientos. Además, estas lupas no suelen necesitar una personalización exacta para que funcionen adecuadamente en el quirófano.

Pero, de nuevo, los tiempos cambian. Teniendo en cuenta los retos establecidos y las tecnologías recientes, merece la pena preguntarse si las lupas galileanas tradicionales siguen siendo la mejor opción. Aunque no existe una respuesta única para todos los casos, no cabe duda de que conviene examinar con honestidad los múltiples factores que deben tenerse en cuenta para tomar una decisión fundamentada.

Lo primero y más importante, por supuesto, es el aumento adecuado al procedimiento. Y aunque todos los dentistas tienen diferentes estilos de trabajo y “zonas Ricitos de Oro” de aumento, sin duda hay correlaciones vagas en relación con los ajustes específicos del quirófano. En comparación con las lupas convencionales, las lupas ergonómicas utilizan un aumento ligeramente superior para obtener esencialmente el mismo nivel de mejora de la imagen, porque al sentarse en posición vertical los profesionales están un poco más alejados de los pacientes.

  • Por ejemplo, un odontopediatra tendría buenas razones para optar por un aumento de gama baja a media, como un Galileo 2,7x o unas lupas ergonómicas con 3x. Los niños se mueven mucho, y el campo de visión más amplio que ofrecen estos aumentos facilita el enfoque de los pacientes inquietos.

 

  • Los periodoncistas y cirujanos orales noveles también tienden a situarse más abajo en la tabla de aumentos, aunque muchos de los que se han acostumbrado a las lupas pueden preferir adoptar lupas ergonómicas de 5 aumentos. Los ortodoncistas suelen estar entre 3x y 5x; los higienistas suelen alcanzar un máximo de 4x.

 

  • Entre las especialidades en las que son habituales los aumentos elevados se encuentran los especialistas en restauración, que suelen desenvolverse en el rango de 5x-7,5x, y los endodoncistas, que pueden utilizar lupas ergonómicas tan potentes como 10x, sobre todo si están acostumbrados a trabajar también con microscopios.

 

Mientras tanto, los que están aprendiendo odontología general y los que aún no han elegido un nicho dental específico suelen necesitar un campo de visión más amplio mientras aprenden nuevos procedimientos y se adaptan al trabajo con lupas. Por este motivo, es lógico elegir una potencia de aumento menor, que garantice una mejor visión de los detalles sin dejar de transmitir la “imagen global”. A medida que aumenta la intensidad del aumento, se revelan más detalles, pero se hace menos visible la imagen. Por consiguiente, los aumentos mayores son más apropiados para los profesionales experimentados que se centran en aspectos muy concretos de la boca.

A medida que los estudiantes adquieren experiencia -y sobre todo después de elegir un campo de especialización- suele tener sentido aumentar el aumento de las lupas. A menudo, los médicos que aumentan el aumento se sorprenden al ver la cantidad de detalles que revela el mayor aumento, una especie de efecto “no me puedo creer lo que me he estado perdiendo”. Aun así, las necesidades de aumento varían en función del tipo de trabajo que se realice y de las preferencias del propio profesional. Incluso distintos profesionales que trabajen en el mismo campo de especialización opinarán de forma diferente sobre la amplitud de campo y la profundidad de detalle que desean ver. La mejor regla general es que lo compruebes por ti mismo.

Otras variables a tener en cuenta
Una vez que el odontólogo se centra en el aumento deseado, entran en escena otros factores:

El peso. Cuando se trata de lupas, menos es más. El peso es un factor clave en la utilidad de las herramientas que se llevan en la cara. ¡Cada gramo importa! Dejando a un lado la óptica, una configuración pesada provocará mayor cansancio, estrés añadido e incluso dolores de cabeza. La clave está en equilibrar calidad y facilidad de uso.

Personalización. Indicar ángulos de declinación mayores no es lo mismo que personalizar. Para que las lupas sean realmente especializadas, deben tener en cuenta la distancia de trabajo, los rasgos faciales únicos y las preferencias personales. La regla básica es que cuanto más personalizadas sean las lupas, mejor.

Servicio postventa. Como ocurre con cualquier herramienta profesional de alto rendimiento, pueden surgir ajustes y otros problemas. Los usuarios deben sentirse capacitados para pedir ayuda, seguros de que el proveedor tiene tanto los conocimientos como la paciencia para ayudarles cuando sea necesario.

¿Es difícil cambiar de lupa?

Los estudiantes e incluso los usuarios experimentados de lupas pueden sentirse reacios a probar las lupas refractivas. Para algunos, después de invertir tanto esfuerzo en aprender las técnicas de la odontología, la idea de aprender una técnica completamente nueva puede parecer abrumadora, y la noción de operar a un paciente utilizando visión indirecta puede ser intimidante. A los usuarios experimentados de lupas puede preocuparles el tiempo que se tarda en aprender una nueva forma de ver, y darse cuenta de que cualquier cosa que ralentice su acelerado trabajo puede ser un problema.

Sin embargo, muchas de las preocupaciones sobre el cambio de tipo de lupa pueden ser exageradas. Para empezar, el cambio a cualquier herramienta profesional nueva de alto rendimiento conlleva una serie de retos inherentes. Para algunas personas, el periodo de adaptación es más rápido que para otras. Pero como montar en bici o nadar, una vez aprendida la nueva habilidad, se aprende para siempre. Y teniendo en cuenta que la alternativa puede ser una carrera de dolor crónico, el fin parece justificar sin duda los medios.

Los cambios pueden ser graduales, o incluso depender de la situación. Algunos médicos alternan entre lupas ergonómicas y lupas convencionales por razones puramente logísticas, como trabajar en varias clínicas y dejar el antiguo juego en una mientras utilizan el nuevo en otra. Es más habitual que los médicos tengan varios aumentos de lupas debido a los distintos procedimientos que realizan.

Para que la transición a las lupas ergonómicas sea lo más suave posible, se recomienda implantarlas gradualmente, utilizándolas sólo durante partes del día y/o para exploraciones sencillas y procedimientos más fáciles, antes de ampliar su uso a entornos más complicados. También puede ser útil “entrenar el cerebro” practicando con tareas dependientes de la coordinación mano-ojo fuera del quirófano. Tales actividades de práctica podrían incluir cenar o hacer un crucigrama.

En conclusión, la información es clave para llevar a los estudiantes “a la lupa” de un modo que responda a sus necesidades clínicas de aumento, así como a su salud, bienestar y longevidad profesional a largo plazo.

El conocimiento permite una visión equilibrada de los pros y los contras de las distintas opciones disponibles. No existe una solución “correcta”, sino la solución adecuada para cada profesional, pero teniendo en cuenta las nuevas opciones disponibles que evitan el dolor, parece aconsejable que los estudiantes (y sus tutores) se sienten con la espalda recta y escuchen, haciendo hincapié en lo de sentarse con la espalda recta.

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